Hay una frase que siempre tengo en la cabeza y dice algo así…
Si querés resultados diferentes, hacé todos los días cosas diferentes!
Me considero una persona afortunada y a la vez inquieta, o más bien afortunada por ser inquieta. Por ejemplo, a lo largo de mi vida laboral siempre me ha ido excelente, es más, me va excelente. Sé que a veces esto puede sonar poco creíble o quizás algunos piensen que estoy alardeando, pero yo estoy convencida de que lo que posibilita que las cosas se logren, es no quedarse quieto. Cuando sentís que estás estancado, es el momento ideal para meterle con algo que te motive a hacer/ser aquello que alguna vez soñaste, arriesgarte… (no sé si se dieron cuenta que meterle es una palabra que uso muy seguido).
Reconozco que muchas veces me vino bien alguna tirada de orejas, de mis socios en lo laboral o de mi familia en lo personal, ya que desde que soy madre me es más difícil dedicarme a lo profesional como lo hacía antes, y uno va priorizando. Pero, a ver… mi vida son las dos cosas y para mí trabajar de lo que amo no tiene precio, me encanta, me apasiona, y aquí está la cuestión.
He comenzado a arriesgarme un poco más, como lo hacia antes. Como años atrás cuando uno tenía esa mezcla de inocencia e irresponsabilidad que de la primera juventud. Esa etapa en la que no le tenía miedo a nada. Decía: “hagámoslo, total no tenemos mucho que perder. ¿Y si perdemos cuál es el problema? Volvemos a comenzar”.
A comenzar a arriesgarse muchachos, que la vida es una sola y la tenemos para vivirla. Y sobre todo ser felices con lo que hacemos!
Buen finde! 🙂