Últimamente cuando me pongo a hablar con un cliente veo en su cara el pánico o el miedo de invertir en publicidad. De “gastar plata”, dicen algunos. Esa incertidumbre de no saber qué va a pasar (que la tuvimos muchas veces), esa idea de parar todo por las dudas, guardar por si acaso… Bueno hoy les digo que eso es lo menos aconsejable, que cuando se presentan estos panoramas inciertos es cuando más “hay que meterle”, en mis palabras. Es ahora cuando más se tiene que traccionar para que el público o el segmento al cual está destinado su producto, lo elija.
Y eso sigue siendo así, sino estás no te ven y para el consumidor no existís. Siempre hemos tenido que lidiar con la idea errónea de que la publicidad es un gasto, de que es lo primero que hay que suprimir, pero el mejor momento para hacer publicidad es… todos los días!
Así que no quiero ningún llamado que diga: “Sabry, voy a dejar por el momento, después retomaré más adelante”. Porque recuerden:
Una marca que se mantiene va a ser recordada en el tiempo, y cuando pase “el mal momento” no deberá arrancar de cero.
Por eso en estos momentos… menos gasto, más inversión! 😉