Desde hace más de 10 años trabajo en una agencia de publicidad creativa, y a lo largo del tiempo he notado que inicialmente mis clientes tienen una idea equivocada de lo que es la “creatividad”, o más bien de lo que puede aportar para cualquier tipo de negocio. Por esta razón, me gustaría compartir algunas experiencias personales que estimo pueden serles muy útiles para repensar sus alcances y poder ponerla en práctica en diferentes ocasiones.

Para empezar, me parece que estaría bueno repasar la definición del concepto. Según Wikipedia, Creatividad es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales.

Visto así, parece algo bastante complejo y productivo, sin embargo, la primera idea que tienen los clientes cuando les hablamos de “creatividad” está asociada a alguna gráfica graciosa o un saludo emotivo. Me parece importante entonces destacar algunas aplicaciones diferentes que pueden ser muy útiles para las empresas, sobre todo en épocas de crisis como la que estamos atravesando.

A continuación, les comparto dos tips básicos, junto a algunos de los casos que nos tocó resolver en este tiempo. Seguramente cada negocio tiene sus particularidades y no podrán ser aplicados tal como aquí serán presentados, pero creo que servirán a modo de ejemplo para poder entender mejor el concepto de “creatividad” que les quiero dejar.

Repensar recursos actuales

Gran parte de los beneficios de utilizar la creatividad, es que permite alcanzar mejores resultados optimizando recursos. Ya sea ahorro de tiempo o dinero (que en muchos casos son sinónimos), siempre será bienvenido en cualquier empresa en pos de una mayor productividad.
Para este caso se me viene a la cabeza un ejemplo del rubro óptico. Resulta que hace unos años, un cliente nos planteó el problema de que a la hora pico se les amontonaba gente esperando ser atendida en el hall de ingreso y muchos de ellos terminaban yéndose sin comprar, porque se aburrían de hacer cola.
Nuestra propuesta fue la siguiente: colocar tablets delante de los exhibidores de cada marca, con información multimedia ampliada de los modelos disponibles.
Esto logró no solo hacer más amena la espera para los potenciales clientes, ya que pasaban varios minutos navegando el catálogo virtual, sino que además optimizó el tiempo de atención ya que al momento de llegar al mostrador ya tenían una idea más clara del artículo que se querían probar.

Animarse a probar cosas nuevas

Siempre sostengo que los que más saben de su negocio son mis clientes. Por esa razón no es posible llevar adelante ningún plan de comunicación exitoso de manera aislada, todo debe ser trabajado en conjunto. Ahora bien, esto no quiere decir que, porque durante años las cosas se hicieron de una manera, ahora no puedan modificarse o, mejor dicho, actualizarse.
Aquí me parece oportuno ejemplificar con la experiencia que nos tocó atravesar en una empresa de transporte. Su planteo fue que uno de los mayores costos que tenían era la reposición de las lámparas leds en los carteles indicadores de los coches, porque se quemaban constantemente; y nos consultaron si se nos ocurría alguna idea para disminuir este problema. Nuestra propuesta consistió en una nueva codificación de los destinos, mucho más simplificada que la tradicional, que requería una menor cantidad de leds encendidos para funcionar. Aunque llevó un buen tiempo de implementación, esta idea creativa sirvió para optimizar el uso de las luces y mejoró notablemente la legibilidad de los carteles para los pasajeros.

Espero que este pequeño aporte haya servido para poner en relieve todo lo que la “creatividad” puede aportar y que en el futuro puedan sacarle más provecho en sus negocios.

Fuente: Nota publicada en la revista VISIÓN EMPRESARIAL de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de San Lorenzo y su Zona.